miércoles, abril 26, 2006

Chávez, el socio querido por Kirchner y Lula, convertido en un dilema para los dos. Por Eduardo Van Der Kooy

El comportamiento del presidente venezolano Hugo Chávez es analizado desde la perspectiva del Mercosur por el analista político argentino Eduardo Van Der Kooy. Como se recuerda, Chávez hizo noticia recientemente por anunciar el retiro de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones, el otro bloque de la región sudamericana.
Chávez, el socio querido por Kirchner y Lula, convertido en un dilema para los dos
Inquieta su acercamiento a Uruguay y Paraguay y su política con Irán.
Por Eduardo Van Der Kooy
Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, amaga con escurrírsele de las manos a Néstor Kirchner y Lula da Silva. Los mandatarios de la Argentina y Brasil soñaron con tenerlo de aliado incondicional para reanimar al alicaído Mercosur. La nación del Caribe tiene reservas energéticas (las más importantes de gas en el continente y las mayores del mundo en crudos) que serían clave para el bloque. Aquella ilusión sigue vigente pero algunos episodios recientes la ensombrecen. Lula y Kirchner los repasaron ayer antes de sumar hoy a la cumbre al caudillo de Caracas.
Hay cuestiones regionales, pera existen también movidas en el teatro internacional que preocupan a Buenos Aires y Brasilia. Empecemos por las últimas: el gobierno venezolano defendió el programa atómico de Irán y manifestó que todo país tiene derecho a tener acceso a la tecnología nuclear con fines pacíficos. Venezuela, junto con Cuba y Siria, se opusieron a que el tema Irán fuera girado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas cuya titularidad ejerce en la coyuntura nuestro país.
El debate es impulsado en ese ámbito por Washington frente a la reticencia de China y Rusia. Caracas y Teherán firmaron el año pasado acuerdos de cooperación comercial, industrial y agrícola como parte del estrecho vínculo bilateral. La Argentina y Brasil no objetan ese acercamiento, pero sí aquel respaldo al programa atómico cuya meta final —estiman— no está clara.
Kirchner y Lula se alarmaron también cuando la semana pasada Chávez amenazó con volar todos los pozos petroleros. Es verdad que condicionó esa determinación a una hipotética invasión estadounidense. Pero el gesto del presidente de Venezuela incomodó a la diplomacia de la Argentina y Brasil que se adjudican ante Washington el ejercicio de moderar al caudillo. Quizás el enojo tuvo también bastante que ver con el escenario: la admonición fue lanzada durante el encuentro con los mandatario de Bolivia, Evo Morales, de Uruguay, Tabaré Vázquez y de Paraguay, Nicolás Duarte Frutos. Kirchner y Lula resultaron plateístas de ese encuentro.
La irrupción de Chávez con los socios menores del Mercosur estuvo antecedida de otros hechos. El caudillo anunció la salida de Venezuela de la Comunidad Andina de Naciones. La decisión significó un severo golpe para Colombia pero, además, un mensaje directo a Perú. Ambas naciones acaban de terminar las negociaciones con Estados Unidos para la firma de los Tratados de Libre Comercio. Difícilmente le haga rever la decisión un pedido que le hizo llegar Evo.
La salida venezolana de la CAN posibilitó dos lecturas. Chávez prefiere estar cerca del Mercosur, cuyo volumen comercial se arrima a los 150 mil millones de dólares. Los países andinos intercambiaron en el 2005 por valor de apenas 9 mil millones. Pero está también la interpretación política. Los movimientos del Presidente de Venezuela simbolizan poder frente a una región inestable y también ante la mirada acechante de Washington.
Hay más. Caracas dejó la CAN pero alienta proyectos de integración energética con Colombia. Hace lo mismo con Uruguay y Bolivia. Nunca hay que olvidar que es el país que más bonos de la deuda adquirió al gobierno de Kirchner y lo alejó de cualquier circunstancial ahogo financiero ante los ojos del mundo.
La reciente presencia de Chávez en Asunción no sólo implicó un desafío escenográfico para Kirchner y Lula que no participaron del encuentro. El caudillo venezolano predicó que "si el Mercosur tiene que morir para que nazca una verdadera integración, entonces que muera". Las palabras sonaron como melodía para Duarte Frutos y Tabaré. Paraguay y Uruguay se sienten desplazados del bloque regional. Para colmo, el conflicto de Uruguay con la Argentina por las papeleras agravó la diferencias.
Pero aquel paisaje podría resultar un espejismo. Duarte Frutos y Tabaré parecen más inclinados a cerrar un trato comercial directo con Washington que a pensar en algún armado político alternativo que tenga a Chavez como referencia principal. El zigzagueo le sirve, de todos modos, al presidente venezolano para crispar a Kirchner y a Lula.
Hoy volverán, con seguridad, las sonrisas públicas de los tres. Pero en la intimidad habrá reproches y ajuste de cuentas. Al margen de cualquier palabra formal o diplomática, aquellas realidades y el cónclave de apuro trasuntan el momento más delicado en la existencia del Mercosur.
Artículo publicado en el diario Clarín de la Argentina por Eduardo van der Kooy.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Hugo Chávez con petrodólares es un mono con metralleta. Acribilló a la Comunidad Andina y ahora las balas perdidas afectarán al Mercosur.

mayo 01, 2006 11:24 p. m.  

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